Durante más de cuarenta años, he estado ahorrando para
poder disfrutar de una jubilación un poco más holgada. Primero mediante
aportaciones que hacía mi empresa a un “Fondo Común”, dotándolo con parte de
los beneficios que se obtenían, y luego mediante las aportaciones de mi empresa
y las mías a mi Plan de Pensiones resultante de la externalización de ese “Fondo
Común”.
En el momento de mi jubilación, opté por disponer de
la totalidad del Plan de Pensiones y administrar ese saldo yo mismo. Mi
opción era, y es, muy simple: constituir un Depósito a Plazo puro y duro, que
voy renovando cuando vence.
Esta
mañana he estado hablando con el banco al que voy a trasladar mi depósito este
año. Y entre los documentos que me solicita para proceder a transferir el
importe del depósito desde el banco en el que está actualmente, me pide una
fotocopia de la carta que me acaba de enviar el INSS comunicándome la
actualización (¿?) de mi pensión. Ante mi sorpresa por esta petición, la amable
empleada que me atiende me informa de que, al parecer, necesitan los bancos un
justificante de la procedencia de los ingresos de sus clientes. Me indican que “por
aquello del blanqueo de capitales”. Y claro, no puedo más y me descojono.
Tengo la sensación de que, como soy mayor de 65 años, lo mismo que me recomiendan vacunarme contra la gripe al ser “grupo de riesgo”, también ahora debo vacunarme contra “el dinero negro”; no sé si también seré “grupo de riesgo”.
Claro está, que si esta vacunación se hubiera
comenzado hace muchos años, no nos encontraríamos con la epidemia que estamos
padeciendo hoy. Valga como botón de muestra el artículo que publica hoy “El País”,
“La investigación destapa cuentas en el extranjero de políticos y empresarios” http://bit.ly/YzKSv5.
Se da la coincidencia de que uno de esos
políticos a los que alude el artículo es Guillermo Ortega, anterior alcalde de
Majadahonda entre 2001 y 2005. Guillermo, Willy, para los que le conocimos
despachando cajetillas en un estanco, o de ayudante del guarda jurado de El Zoco de
Majadahonda, es un ejemplo palmario del tonto útil tan necesario en ese mundo
del blanqueo. Y como a todos los tontos les da por lo mismo, pues sus mentores
le sitúan, le colocan, y tal y tal. http://bit.ly/ViyZVS
. ¿A que es muy sencillo?. Solo hace
falta una condición indispensable: ser golfo.