lunes, 23 de septiembre de 2013

“De la farsa a la estafa”


Cada vez que viajo, me gusta leer la prensa local del sitio en el que estoy. Acabo de regresar de Galicia y durante mi estancia de una semana he podido leer “La Voz de Galicia”, “El Progreso de Lugo” y “La Región de Orense”. Es un tipo de prensa diferente de los grandes periódicos nacionales. Me encanta leer las noticias locales, enterarme de las inquietudes de los ciudadanos de cada región. Las esquelas mortuorias me parecen un documento peculiar y significativo de las costumbres de cada lugar. En fin, me gusta leer la prensa local de los sitios que visito.
 
El pasado 19 de septiembre y en la edición impresa de “La Voz de Galicia”, tuve la suerte de leer un artículo que a mí me pareció muy gráfico y sencillo de comprender, aunque el tema de fondo era la “reestructuración del sistema financiero español”. El autor es Manuel Lago y el artículo se titula “De la farsa a la estafa”. He sido incapaz de encontrarlo en ninguna edición digital para poder facilitar el enlace, porque merece la pena leerse. Aunque peque de ser un poco pesado, tengo la intención de reproducir literalmente algunos párrafos.

El autor parte de la premisa, totalmente cierta desde mi punto de vista, de que la reestructuración financiera “Empezó como una farsa porque la crisis generada en un mercado financiero hipertrofiado y desregulado, especulativo y con prácticas irregulares, fue utilizado aquí para liquidar el modelo de las Cajas de Ahorros. La gran banca consiguió un objetivo por el que llevaba luchando décadas: acabar con unas entidades que a medio camino entre lo público y lo privado suponían el 50 % del negocio financiero español. Para alcanzar su objetivo contaron con la complicidad del Banco de España, que más que compartir dirigió las operaciones de desmantelamiento de las Cajas, poniéndose al servicio del oligopolio español. Pero, sobre todo, fueron colaboradores necesarios en la destrucción de las entidades sus propios gestores, que, rompiendo la vinculación con el territorio y con la sociedad de las Cajas, queriendo hacerlas bancos olvidándose de su objeto social, las colocaron en situación de inviabilidad”.

 Comenta a continuación, que en el caso de NCG (Nova Caixa Galicia) el agujero que la desastrosa gestión de sus gestores “fue de 9.000 millones de euros, una factura enorme que hemos tenido que pagar entre todos vía impuestos, además del coste que han soportado los estafados por las preferentes y las subordinadas”. Sigue el articulista comentando que “Ahora se abre una subasta que puede convertir esta farsa en una estafa. Porque si el FROB adjudica NCG a uno de los tres oligarcas financieros de España todo ese esfuerzo no habrá servido para nada. Se reforzaría el oligopolio y entre las tres entidades dominarían el 80 % del negocio bancario, lo que limitaría la competencia haciendo más caro y más difícil el acceso a la financiación”.

El articulista califica este proceso de estafa, y lo cifra en 13.500 millones de euros “los 9.000 del rescate inicial más otros 4.500 de bases imponibles negativas, que saldrán de nuestros agujereados bolsillos para llenar los bolsones del capital financiero”, toda vez que la subasta se adjudicaría a cualquiera de los candidatos a coste 0 €. Todavía no está realizada ni adjudicada la subasta, pero tengo la completa seguridad de que los temores del articulista vayan a cumplirse.

Este relato es tan solo una pequeña muestra del coste que nos va a suponer a todos los contribuyentes (perdón, solo a los contribuyentes de “a pié”), el asesinato de las Cajas de Ahorros. En este momento, ni me atrevo ni me apetece adelantar una cifra total del coste de estos funerales. Lo que sí conozco, muy de primera mano, es que ninguno de los asesinos de estas Cajas de Ahorros, ni los oficiantes necesarios de los posteriores funerales, han pagado ni un solo euro por su nefasta y dolosa gestión; y no parece que la justicia les vaya a exigir  pago alguno por el desastre originado. Veremos como gente tan inútil como Miguel Blesa y su equipo de “colaboradores” se irán de rositas sin pagar por el asesinato de Caja de Madrid. Esta situación va a repetirse, por desgracia, en otros tantos asesinatos producidos en las cajas de ahorros españolas.

Por su parte, los oligarcas financieros, beneficiarios directos de estos desastres, ya han comenzado a pagar a colaboradores tan eficientes como el inútil de Rato. El todopoderoso Botín le ha contratado por 200.000 € al año (http://bit.ly/1gPX0vH). Y esto solo es el principio.

En fin, estoy totalmente de acuerdo con el articulista Manuel Lago. Esta reestructuración del sector financiero español, va a ser la gran estafa que vamos a pagar los contribuyentes españoles. Vuelvo a insistir los contribuyentes “de siempre”, los paganos tradicionales. Los otros, los terroristas financieros, seguirán con sus paraísos fiscales y volverán a engañar a los honrados ciudadanos con las guarrerías financieras que se les ocurran en cada momento. Pero también tengo la remota esperanza de que, como dice el viejo refrán, “a cada cerdo le llega su San Martín”. Y este castillo de naipes, este casino en que se ha convertido el mundo financiero, acabará cayendo y arrastrando en su caída a estos terroristas. Pero para ello, es necesario que todos y cada uno de nosotros colaboremos directamente.