miércoles, 30 de julio de 2008

NOTICIAS DE PRENSA: ECONOMÍA

El pasado domingo 27 de julio, en El País, Suplemento Negocios, leíamos la siguiente noticia:
“Caja Madrid reforzó su presencia en Iberia en 2007 al comprar los paquetes de BBVA y Logista. Pagó 3,6 euros por título y ahora éstos valen 1,65 euros. Menos minusvalías acumula el presidente de la caja y consejero de Iberia, Miguel Blesa, que triplicó en junio su participación en la aerolínea al adquirir 16.000 acciones a 1,85 euros.”
En El País digital, 30 de julio, leemos también: “Iberia y British Airways se fusionan” “Caja Madrid aplaude la operación y será el primer socio del nuevo grupo”
“La fusión diseñada por British Airways e Iberia encaja como un guante en lo que han sido los deseos expresados por Caja Madrid en los últimos años. La caja presidida por Miguel Blesa no quería vender Iberia, pero sí apostaba por alguna fusión. Finalmente, el esquema de la operación le permite seguir siendo un socio de referencia del nuevo grupo y respeta algunos puntos que la caja consideraba clave. Por eso, desde la caja madrileña no dudaron en saludar la fusión: "Caja Madrid aplaude el inicio de la operación. Haremos todo lo posible para que salga bien", indicaron en la entidad.”
“Hay otro punto del diseño de la operación que favorece a Caja Madrid. La entidad tiene ahora un 23% de Iberia y para que su posición en el nuevo grupo no se diluya aún más resulta clave la compra por Iberia de un 9,99% de British Airways. La española adquirió un 2,99% como "participación estratégica" y ha tomado una posición en derivados por otro 6,99% que sustituirá por acciones. Según la compañía, lo hizo "para establecer una simetría accionarial" con los intereses de British (que controla el 13,15% de Iberia), "así como para reflejar su convencimiento de los beneficios de una colaboración más estrecha".”
“Esas compras se realizaron en mayo y junio pasado y preparaban el terreno para la fusión. Fuentes de Caja Madrid señalan que la entidad no estuvo al tanto de esas compras ni de que se preparaba una fusión cuando su presidente, Miguel Blesa, compró 16.000 acciones de Iberia el pasado 11 de junio a 1,85 euros por título. De hecho, subrayan que la caja de ahorros no sabía nada de la operación "hace 15 días".”
En El País digital, 30 de julio a las 12h 16’ leemos: Iberia gana en Bolsa un 20,73%, la mayor subida de su historia. Cotización de Iberia a 12 h 32’: 2,07 euros.
Hasta aquí las noticias tal cual nos las han contado. Y yo me pregunto: ¿Un socio de una empresa, que posee el 23 % de su capital y que es el socio con mayor participación, no va a saber nada de la operación de fusión, “hace 15 días”?. ¿El Sr. Blesa, siendo vicepresidente de Iberia, tampoco sabía nada de esta operación?. Como diría un castizo “¡Anda ya…!”
Y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ¿qué dice de todo esto?. A mi me esas compras del 11 de junio me parecen un poco “raritas” y huelen una barbaridad y, ... tal y tal ... . Pero claro, yo no soy más que un simple ciudadano que paga sus impuestos y que tiene la manía de leer los periódicos y profundizar un poco (muy poquito) en este tipo de noticias.

lunes, 14 de julio de 2008

ANALISIS DE RIESGOS

Hace años, el Director de Sucursal de un Banco o Caja, tenía delegadas ciertas facultades para conceder directamente un determinado nivel de riesgos. Este nivel era sensiblemente más alto en el siguiente escalón, el de la Dirección de Zona o Dirección Regional. Los riesgos se estudiaban con bastante sentido común y los niveles de morosidad eran aceptables.
Posteriormente vino la crisis de 1993, curiosamente también inmobiliaria y financiera (como la que hoy no tenemos según Zapatero). Y las operaciones de crédito que peor salieron y que generaron el mayor foco de morosidad, fueron precisamente las que analizaban y concedían los más altos Comités de decisión de Bancos y Cajas.
Este hecho llevó a los máximos responsables de estas Entidades a plantearse más seriamente el “Análisis del Riesgo”. A partir de entonces comienzan a recortarse las facultades otorgadas a los ejecutivos medios y bajos y la concesión de las operaciones de riesgo (hasta una simple tarjeta de crédito), queda en manos de los todopoderosos Departamentos/Comités de Riesgos, o, en su defecto, de sofisticados programas informáticos que analizando un número determinado de variables, conceden el riesgo solicitado. Así nació la frase tantas veces repetida: “el Comité ha denegado su operación”.
Vuelven las “vacas gordas” y el negocio del riesgo repunta con alegría. Durante los últimos diez años, nos lo cuenten claramente o no, Bancos y Cajas han dado créditos, sobre todo hipotecarios, con la misma alegría y parecida calidad de riesgo, que las hipotecas “sub prime” americanas. Y además, exigiendo a los ejecutivos medios y bajos unos incrementos de negocio y de rentabilidad a corto plazo, me atrevería a decir que obscenos.
Pero las operaciones más gordas no están en ese nivel de ejecutivos medios. Las grandes operaciones, las que hacen cifra, dan titulares y supuestamente grandes negocios, se realizan en el “petit comité” de los Consejos de Administración y en la “Banca Celestial”, como diría un alto ejecutivo de una e esas Entidades. Vamos, donde laboran febrilmente las mentes mas preclaras.
Y, de repente, vienen de nuevo las “vacas flacas”. Los grandísimos analistas de Bancos y Cajas, al estar por encima del bien y del mal, no habían caído en la cuenta de que todos los ciclos tienen su fin, y éste “del ladrillo” se acaba. Y a algunos les han pìllado de lleno (y a otros les van a pillar) con el “carrito de los helados”
Es curioso ver cómo esos analistas de riesgos dieron su placet a operaciones tan puramente especulativas como Colonial-Portillo o Martinsa-Fadesa.
Por hablar tan solo de esta última, la deuda financiera contraída por la compra de Fadesa, a mediados del 2007, es decir, cuando lo de la burbuja hipotecaria ya se había pinchado, es de “sólo” 2.579 millones de euros. Al parecer a La Caixa y a Caja de Madrid les “toca”, a cada una de ellas unos 1.000 milloncejos del ala.
Pero en estos niveles de riesgo no pasa nada. Incluso Caja de Madrid vuelve a contratar, como alto ejecutivo a D. Carlos Vela, procedente de Martinsa-Fadesa (Ver Diario Cinco Días)
http://www.cincodias.com/articulo/empresas/Carlos/Vela/regresa/Caja/Madrid/deja/Martinsa/Fadesa/cdsemp/20080708cdscdsemp_10/Tes/
Digo vuelve a contratar, porque hace poco mas de un año, pasó de ser Director General de Banca Corporativa (Banca Celestial) a ser Consejero-Delegado (máximo ejecutivo ) de Martinsa-Fadesa. Yo no entiendo nada. Son los misterios de esas altas finanzas que a mí, pobre mortal, se me escapan.
Otro gallo le cantaría a cualquier Director de Sucursal, Zona o Regional, si un crédito de los que antes podían conceder, pongamos de 2,6 millones de euros (el 1 por mil de 2.579 millones) tuviera la expectativa de devolución que tiene hoy el de Martinsa-Fadesa. Sin lugar a dudas, además de estar ya en las listas del INEM, no encontraría trabajo en la Banca española, ni de becario.

martes, 1 de julio de 2008

JUICIO SUSPENDIDO

Hace unos veinte años, tuve que asistir a dos juicios, en calidad de testigo, como consecuencia de haber sido víctima de un atraco a mano armada, mientras desarrollaba mi trabajo como Director de Sucursal de una Entidad de Crédito. Recuerdo la serie de advertencias contenidas en la citación, sobre la obligatoriedad de acudir puntualmente a cada juicio, en el día y la hora señalados. Vamos, que la citación acojonaba. Al menos a quienes no nos movemos de ordinario por esos lares. El primer juicio se desarrolló mas o menos a la hora prevista, pero el segundo tuvo que posponerse para otra fecha, porque no habían llegado a tiempo “los malos”.
Me viene a la memoria esta experiencia, nada agradable por cierto, al leer hoy la noticia de la suspensión del juicio contra “El Solitario”, porque a su abogado, el inefable D. Marcos García Montes, no le ha dado la real gana de acudir a la Audiencia Provincial de Navarra. Y aquí no pasa nada. Bueno sí, el Tribunal, traslada el hecho a Juzgado de Guardia, para que “abra un expediente”, y se reserva el derecho de imponer una multa al interfecto.
Mientras se sigan consintiendo actitudes de desprecio hacia la Justicia, como la incomparecencia del abogado defensor del “presunto asesino de dos personas”, para el que el ministerio fiscal solicita nada más que 52 años y seis meses de cárcel, la Justicia en este país nuestro, seguirá siendo un cachondeo. Diga el Sr. Ministro lo que quiera y ponga en marcha la reforma que mejor le cuadre.
A mí no me parece tan complicado exigir a los intervinientes en un juicio, cuya fecha y hora se habrá señalado con suficiente antelación, la asistencia al mismo. Y, desde luego, no me entra en la cabeza que un abogado defensor, por mucho bigote engominado que lleve, tenga el morro de calificar de “razones preferentes” a la asistencia al juicio, sus obligaciones con unos respetables clientes suyos.
Reconozco mi ignorancia de la tramoya judicial, pero, a simple vista, siempre he creído que el acto de un juicio es algo de una importancia y de una seriedad que tiene un rango superior a otras “razones preferentes”.
Hoy finalizaba el plazo para la presentación de la Declaración de la Renta. La fecha estaba señalada de antemano y todos los actores/contribuyentes, hemos debido de “retratarnos” dentro del plazo previsto. Y yo me pregunto, si alguien argumenta a Hacienda, que no ha podido presentar a tiempo su Declaración, porque tenía que atender a un cliente muy importante por el que tiene “razones preferentes”, ¿se va a ir “de rositas”?.
Bueno, me estoy refiriendo al común de los contribuyentes. Desde luego la argumentación no vale para esa “selecta minoría” de “trapecistas fiscales” de los cuales oímos hablar, a veces, en los medios de comunicación.
Es muy, pero que muy urgente, que alguien se responsabilice de estos escándalos/chanchullos y ponga coto a este tipo de comportamientos. Seguro que es fácil. Ni siquiera hace falta tener un par de narices para resolver la cuestión. Pero probablemente si haga falta una buena dosis de honradez profesional y de honestidad para con los ciudadanos. Sin duda alguna, lo merecemos.