viernes, 23 de abril de 2010

EL QUIOSCO MAGICO

Hace unos días prometí contar una jugosa historia de un quiosco de bebidas que, por arte de magia, se transformó en un Mc. Donald's. La cosa fue como sigue.

Érase una vez, allá por el mes de octubre del año 1.991 en el pueblo de Majadahonda. El Ayuntamiento, presidido por D. Ricardo Romero de Tejada y Picatoste, convoca un concurso “para la instalación temporal de quiosco de bebidas en la zona verde de Interland”. En el Pliego de Condiciones Técnicas, figura que “esta instalación deberá cumplir la vigente ordenanza municipal reguladora de la autorización para ejercer en la vía pública la actividad de venta de periódicos, revistas, bebidas, helados y similares en lo que no sea contraria a estas bases.”.


Por su parte en el “Pliego de Condiciones Económico-Administrativas que regirán en la contratación para la concesión de instalación y explotación de quiosco de venta de bebidas en la zona verde de Interland”, se habla en el Punto 1 de “instalación y explotación de quiosco de venta de bebidas y comida”. En el Punto 5 se especifica que: “La concesión se otorga por un plazo de 25 años …”. En el Punto 8 se establece que: “La garantía o fianza provisional para tomar parte en el concurso se establece en la cantidad de 2.500.000 pts” (año 1.991). El Punto 15 determina que: “Se fija un canon de 125 millones de pts. (año 1991), más los gastos de acondicionamiento de la zona verde …. El canon será pagado de una sola vez al inicio de la concesión. En sustitución del canon anual se efectuará el mantenimiento de la zona de jardín que se indica en plano adjunto”.

Es en este momento cuando la magia majariega comienza a funcionar. El polvo mágico que emite la varita de mando del Sr. Alcalde, comienza a invadir la atmósfera municipal. La aprobación del concurso es el día 28 de octubre de 1991, los anuncios en el BOE. y en el BOCAM, son de fechas 16.11.91 y 19.11.91.

Solo concurre un solo licitante, quizás influido por alguna ráfaga del polvo mágico que emite el Sr. Alcalde. Se trata de un quiosquero tan nombrado como Restaurantes Mc Donald’s S.A., que indudablemente pretende montar un quiosco de venta de bebidas y quizás algún helado, por aquello de cumplir “la vigente ordenanza municipal”. Este humilde aspirante no tiene ningún problema para depositar la fianza provisional de 2,5 mm. de pesetas. La vertiginosa velocidad a la viajan las cuestiones mágicas, permite poder abrir la plica del concurso (solo había una) el lunes 30.12.91 (buena fecha en plenas fiestas navideñas). El informe favorable de los Servicios Técnicos de Arquitectura es de fecha 10.01.92. El dictamen favorable de la Comisión de Urbanismo y Medio Ambiente está fechado el 14.01.92. La adjudicación del concurso se produce el 27.01.92. El dictamen del Asesor Jurídico, sobre Recurso de Reposición presentado por el Grupo Socialista se emite el día 11.02.92. La formalización del Contrato de Concesión Administrativa tiene fecha de 18 de febrero de 1992. Un concurso realizado con “magia blanca”, sin trampa ni cartón. Los ignorantes ciudadanos nunca vieron truco alguno. Ese el mérito de los buenos prestidigitadores: nunca revelan sus trucos.

Pero queridos amigos, esto solo era el comienzo del quiosco mágico. Analizando minuciosamente la “receta-concurso” para montar un quiosco de bebidas, hay algunos ingredientes que inducen a pensar que debe ser un quiosco diferente a lo que estamos acostumbrados. Una fianza previa de 2,5 mm. de pts., un canon de 125.377.000 pts, y un acondicionamiento del quiosco de 32.350.000 pts, es decir unos 160 millones de pts (casi un millón de euros de los de hoy), necesitan un punto de magia  financiera, que un simple quiosquero que vende cervezas y coca-colas, ni tiene ni tendrá nunca. Pero, ¿a qué viene tanto dispendio económico, por mucha magia financiera que haya, para montar un simple quiosco de bebidas?.

Todo tiene su explicación. La magia que la varita del Sr. Alcalde emite, no había hecho más que empezar a producir polvo mágico. Ya en el Informe de los Servicios Técnicos de Arquitectura, se señala que “el quiosco propiamente dicho alberga la cocina, área de espera, almacén y cámaras…”; “terraza cubierta destinada a albergar zona de restauración”; “por último prevé la posibilidad de suministro a clientes en coche, de forma que el proyecto contempla la posibilidad de circulación rodada alrededor del quiosco donde, a tal efecto, se habiliten unas ventanillas de cocina”.

La magia municipal había conseguido que, por una extraña maniobra evolutiva, un quiosco de bebidas se hubiera convertido en un restaurante que cocina y vende hamburguesas. Y hasta las vende  con un novedoso servicio de  Mc Auto. Eso sí, también vende bebidas, como no podía ser de otra forma. Es la razón de ser de esta Concesión Administrativa. Siempre hay que guardar las formas.

El día 13 de mayo de 1992, emite el Sr. Alcalde un Oficio, en el que notifica a “los vecinos inmediatos al lugar del emplazamiento de un quiosco de comidas y bebidas que va a instalar Restaurantes Mc. Donald’s por si cree pertinente formular reparos u oposiciones sobre la instalación referida”. Este Oficio, tiene una nota marginal que dice así: “Con la obligación expresa de hacérselo saber a todos los vecinos”. El “recibí” del original de este documento, está suscrito por un garabato sin identificación ni de persona ni de D.N.I., como es preceptivo. Este “vecino inmediato”, vio por primera vez este documento el 7 de octubre de 2009. Diecisiete años más tarde de la inauguración del quiosco de comidas y bebidas.

El quiosco mágico se acabó de construir y como corresponde en estos casos un buen día del verano de 1992 se inauguró. El quiosquero invitó al acto a los sufridos vecinos, que tendrían que soportar durante veinticinco años este negocio pegado a sus viviendas, y al Sr. Alcalde artífice de semejante transformación. En este memorable acto, el Sr. Alcalde quiso hacer extensiva su magia a los ciudadanos que soportarían este bodrio. De este modo cuando uno de esos ciudadanos le trasladó su inquietud por las molestias a sufrir, el Sr. Romero de Tejada y Picatoste le contestó textualmente: “¿Y la revalorización que va a daros a vuestras viviendas este Mc. Donald’s que os he instalado a la puerta de casa?”.

Y Mc. Donald’s y el Sr. Romero de Tejada y Picatoste fueron muy felices, prosperaron cada uno en lo suyo (uno en eso de la comida y otro en eso de la política, que a fin de cuentas es comer a costa de los demás) y a los ciudadanos más próximos al quiosco mágico, les dieron con los olores, los ruidos y la suciedad en las narices.

lunes, 19 de abril de 2010

LAS MOLESTIAS DE MC DONALD’S

Llevo residiendo en la misma casa, en Majadahonda (Madrid), desde hace 33 años. Cuando llegué a esta ciudad era un pueblo con calles embarradas, rodeado de nuevas urbanizaciones, que de la mano de la promotora Calpisa fueron floreciendo alrededor del minúsculo núcleo urbano. Las nuevas urbanizaciones estaban muy bien dotadas (jardines, tenis, piscinas, etc.), pero el pueblo no tenía de nada.
El pueblo se ha ido desarrollando paulatinamente, hasta convertirse en una ciudad de unos 70.000 habitantes. Tenemos todo tipo de comercios y de Centros Comerciales. Por tener, tenemos al menos tres restaurantes Mc. Donald’s. Uno de ellos, el primero, ubicado frente a mi casa en unos terrenos que son zona verde y en régimen de concesión municipal por un periodo de 25 años. La concesión fue aprobada el 29 de enero de 1.992, por lo que espero y deseo que finalice el 29 de enero de 2017. Ya solo me quedan 7 años de aguantar.
Digo de aguantar, porque el Mc. Donald’s ubicado en la Av. de España de Majadahonda, en la zona verde de Interland, es un foco de molestias contínuas. A los olores permanentes que tenemos que soportar los vecinos del entorno, que no son precisamente a agua de rosas, tenemos que añadir los ruidos que ocasionan los más diversos artilugios que emplean para el acondicionamiento y mantenimiento de la zona exterior del restaurante: sopladoras de hojas (hay plantados 11 arbolitos alrededor del restaurante) para barrer “su trozo” y dejar la porquería en la calle de todos; máquinas para lavar “su trozo”, que, como hoy, llevan funcionando desde las 10,30 a.m y todavía a las 17 h., siguen produciendo un ruido continuo y penetrante, difícil de soportar. Cuando llega el buen tiempo y las ventanas están abiertas, desde casa nos enteramos perfectamente de los pedidos que realizan los clientes del Mc Auto. Esto es lo que los técnicos denominan contaminación acústica. Y Mc. Donald’s contamina mucho, aunque presuma de comida sana, cosa que no puedo certificar, pues todavía no la he probado (ni espero probarla).
He perdido la cuenta de mis quejas al gerente del restaurante. Ni puñetero caso. Debe pensar que soy un vecino incómodo que algún día se hartará y se callará. Pues vamos a ver quien se cansa antes. Yo pienso seguir quejándome donde sea; en el foro que crea más conveniente, hasta conseguir que Mc. Donald’s deje de molestarme.
El pasado 8 de septiembre envié una carta de queja por los malos olores y los molestos ruidos que ocasiona Mc. Donald’s, al alcalde de Majadahonda D. Narciso de Foxá. Me contestó, después de que en el Pleno Municipal de septiembre de 2.009 le recordara mi escrito. En su contestación me dio una larga cambiada diciéndome que “remitía mi escrito al Servicio de Disciplina Urbanística y al Servicio de Contratación”. Los ruidos siguen y los olores también: ni caso. Y eso que el restaurante está ubicado en un terreno público y el que se queja es un ciudadano y contribuyente de Majadahonda, y en consecuencia, coproprietario de ese terreno. Me imagino que con la de cosas que tendrá que hacer, y las que le mande Dª Esperanza, no tendrá tiempo de ocuparse de las chorradas que le plantea un ciudadano sobre la contaminación que produce una concesión municipal. Ya veremos Sr. Alcalde hasta donde llegamos; yo no tengo ganas de dejarlo y pienso continuar.
Ya que me he metido en esta harina, y por no prolongar mucho este artículo, en otro próximo, haré un análisis de los pormenores de la concesión administrativa de Mc. Donald’s Av. de España (Majadahonda) en la zona verde de Interland. En mi opinión, no tiene desperdicio.

domingo, 18 de abril de 2010

DELINCUENCIA FINANCIERA

Todos los días vemos en los medios de comunicación el relato de los más diversos delitos que se cometen con mas frecuencia. Incluso hay programas de televisión que se dedican a relatar minuciosamente aquel caso de violencia doméstica o ese atraco con rehenes, más o menos espectacular, cometido en un banco. De lo que no se ocupan casi nunca, o se ocupan muy poco es de los gravísimos casos de delincuencia financiera.

En El País, y en su edición impresa, aparece ayer 17 de abril una noticia sobre la acusación de fraude que la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (la SEC) ha lanzado sobre Goldman Sachs, el banco de inversión más importante de aquél país. Hoy 18 de abril, amplia este periódico la información con la publicación de un reportaje sobre John Paulson (en la imagen) “El tahúr de la miseria" .  En estos breves relatos podemos apreciar sucintamente cómo se monta un fraude financiero “a lo grande”. Pero dudo mucho de que la información vaya a más. Parece que a la gente le interesan más las tragedias espectaculares que estos fraudes silenciosos que tan solo provocan crisis financieras como la que estamos sufriendo. Y claro está, los medios de comunicación , en aras a ese servicio que deben hacia sus lectores, espectadores o anunciantes, optan por desarrollar más prolijamente lo que más atrae. Estos temas de ingeniería financiera solo interesan a unos cuantos que suelen ser los que leen las páginas salmón. De esta forma, el sufrido cliente de bancos y cajas que soporta en su economía doméstica las consecuencias de estos fraudes, sigue sin enterarse de qué va, e incluso se expone a que pasado mañana el avispado Director de su Sucursal le ofrezca cualquier producto rarito, que él mismo desconoce. Entretanto estos grandes delincuentes financieros siguen forrándose a costa de la candidez de tantas personas y con el consentimiento y la connivencia de los supuestos “Vigilantes del Sistema”.
Todos nosotros somos clientes de algún banco o caja de ahorros y tengo la sensación de que nos encontramos en un momento en el que hay que estar muy atentos a las atractivas ofertas que se están produciendo en el mercado financiero. Hay que tener en cuenta lo de “duros a cuatro pesetas” y que nadie nos va a regalar nada. Tengo la intención de escribir próximamente sobre nuestro papel de Clientes en las entidades financieras y poner a vuestra disposición, en lenguaje inteligible, algunas informaciones, que me parecen necesarias, sobre algunos productos financieros. Hace unas fechas escribí sobre la Hipoteca Inversa, pero hay muchos temas a tratar.

Hoy no voy a extenderme más. Mi intención era la de resaltar en este blog esta forma de delincuencia tan nociva y tan poco perseguida. Salvo el caso Madoff, no conozco que ninguno de estos “ingenieros” haya sido procesado. Aunque intuyo que Madoff lo fue, porque tocó los menudillos (la pasta gansa) de grandes fortunas y hasta de poderosos bancos.

lunes, 12 de abril de 2010

EL TRIUNFO DE LA MEDIOCRIDAD.

Cada vez es más frecuente ver a gente mediocre instalada en puestos de responsabilidad. Algunos alcanzan responsabilidades muy importantes, lo cual es extremadamente peligroso para el resto de los que ellos llaman sus colaboradores. Basta con haber conocido de cerca alguna gran organización empresarial para ver cómo han llegado a instalarse estos mediocres y el resultado tan bueno que dan a los dirigentes que los manejan.
Antes de seguir con otras consideraciones, me parece oportuno definir qué es un mediocre. El diccionario de la Real Academia de la Lengua, dice que mediocre es “alguien de poco mérito tirando a malo”. En el mundo actual cuando decimos que alguien es un mediocre, queremos decir además otras cosas, definir otros rasgos, que identifican a este colectivo al que me refiero. No creo estar muy en desacuerdo con la mayoría de las personas, si entre los atributos del mediocre incluimos los de egoísta, sumiso, intrigante, inseguro, falso, lameculos, etc..

La sociedad en la que nos toca vivir, se caracteriza por carecer de una escala de valores éticos (no digamos ya morales) que orienten hacia comportamientos humanistas y hacia actuaciones que den a nuestra vida un sentido transcendente. Uno de los valores mas apreciados por la sociedad actual es el poder, el mandar (no el dirigir, que eso es mas complicado). No importa cómo se haya conseguido. Lo lícito y lo ilícito se confunden. La legalidad tiene cada vez mas connotaciones sospechosas. La justicia está en entredicho. Los abusos son constantes. El poderoso cada vez es más poderoso y el oprimido cada vez lo es más. Las diferencias entre ricos y pobres se agrandan día a día y no hay intención de resolver este problema. En este caldo de cultivo, el mediocre tiene que crecer necesariamente, entre otras razones, porque es imprescindible para el mantenimiento de esta situación tan beneficiosa para los astutos patrocinadores de esta sociedad, que tan pingües beneficios recogen.

No me quiero referir solo a los grandes manipuladores sociales, a esas grandes fortunas que dominan amplios campos de la economía mundial y que tienen poder suficiente para comprar gobiernos y medios de comunicación. Me refiero sobre todo a los no tan grandes, pero cada vez más numerosos, que necesitan permanentemente contar con un buen número de mediocres en sus nóminas, que eviten que algún inteligente o lo que es peor, alguien con visión ética de la vida, se les cuele en su organización y les hunda el invento.

Pero, ¿cómo debe de ser un mediocre?. En principio es necesario tener “madera”. El candidato que no disponga de unas cualidades mínimas, bien por ser innatas en él, o por haberlas adquirido posteriormente, no sirve. Es preciso ser sumiso; no obediente, sino sumiso a tope. Hay que practicar permanentemente aquello de que “al de arriba no hay que molestarle”, “el jefe no se equivoca”, etc.. En suma, lo que decía aquel viejo aforismo: “El Jefe es suprema bondad, y si jodidos nos tiene, será porque nos conviene: hágase su voluntad”. Esta cualidad de la sumisión es, desde mi punto de vista, fundamental; y es la que más se nota. Cuántas veces hemos visto la patética escena del mamporrero de turno (hay mamporreros de muy alto nivel) perdiendo el trasero por abrir una puerta al “jefe”, o el comentario laudatorio sobre la elocuencia con que se expresa algún imbécil, a la sazón patrón del comentarista.

Ya tenemos al mediocre en nuestra organización. Solo es preciso ponerle en órbita y definir qué papel tiene que desarrollar. Es muy importante para los fines del “mediocre mayor”, es decir del mandamás, contar con un buen puñado de mediocres esparcidos entre los mandos intermedios de su organización. Esta gente es la encargada de ser la correa de transmisión de las órdenes emanadas desde “lo más alto” y de hacerlas cumplir sin rechistar. Las órdenes pueden ser las que sean; hay que cumplirlas y basta. Por supuesto, esta clase de gente ni discrepa de sus jefes, ni permite la menor discrepancia de los que ellos consideran sus subordinados, a los que en el colmo del cinismo llaman “colaboradores”.

Otro aspecto importe a considerar es el lenguaje. Hablan de sus patrones con temor. La palabra jefe tiene para ellos connotaciones reverenciales. Las propuestas del jefe son dogmas incuestionables. Su léxico es corto, lacónico e impersonal. Son incapaces de incorporar su propio estilo. Mimetizan muy fácilmente los giros y las expresiones de sus mentores.

Aceptan de buen grado la castración mental, hasta el punto de no plantearse pensar de otra manera diferente de la “políticamente correcta”. Bien entendido que si el día de mañana, bien porque haya cambiado el mandamás o porque el mandamás piensa de otra manera radicalmente opuesta, el mediocre pensará y actuará, sin duda alguna y de forma inmediata, como se haya decidido en donde se debe decidir.

Seguro que alguien que no haya vivido de cerca este fenómeno, pensará que estoy exagerando. Mas bien creo que me estoy quedando corto, porque hasta ahora solo he comentado uno de los aspectos que más “cantan” de los mediocres. Hay otras tareas asignadas por sus patrocinadores mucho más nocivas para el resto de las personas: son las tareas de “información”.

Estos auténticos espías, se acercan a sus presas para conseguir esa información que les solicitan sus jefes, para conseguir eliminar a los “elementos peligrosos”. A esos que ponen en cuestión los objetivos señalados, que se atreven a discutirlos, que son capaces de ofrecer otras alternativas diferentes de las “oficiales”, que se atreven a contar las realidades como son y no como quieren oírlas “los de arriba”, que son capaces de pensar por sí mismos, que tienen ideas innovadoras .... En fin, que pueden poner en peligro algún sillón directivo. Esta tarea la suelen realizar con especial esmero, pues es muy importante para su supervivencia. Además añaden de su propia cosecha falsedades y verdades a medias, a fin de conseguir la eliminación profesional de los enemigos (porque para ellos no son competidores profesionales: son enemigos).

Otra función importante que desarrollan es la del robo de ideas de otros, sobre todo si esos otros “no son de la cuerda reinante”. En este caso el éxito es doble: la medalla que me cuelgo yo y la que no se puede colgar el otro. Esta tarea la suelen desarrollar de manera muy sutil. Para ello solicitan a sus “colaboradores” el concurso de su inteligencia y de sus ideas para poder desarrollarlas en beneficio de la organización. Algunos colaboradores bienintencionados, leales y con ideas propias, pican el anzuelo y presentan sus inquietudes. Estas ideas se aparcan debidamente, durante el tiempo preciso. Las ideas útiles, se retocan y se adaptan a la política oficial y cuando es menester, eso sí, con la “denominación de origen” debidamente cambiada, salen al mercado con el patrocinio de quien políticamente corresponda.

Podría seguir analizando algunos otros aspectos relevantes de los mediocres, como por ejemplo, el de prescindir de sus propios colaboradores-mamporreros cuando no les son útiles, o pueden ser un estorbo para su trayectoria. Podríamos hablar de las promesas incumplidas a sus “fieles servidores”, etc.; pero ya no me merece la pena porque me estoy empezando a cabrear y no me conviene. Lo que sí es cierto, es que mientras no cambien los parámetros éticos de esta sociedad, los mediocres tienen cuerda para rato. Las personas que aun no hemos renunciado a nuestro derecho a discrepar de manera inteligente, lo tenemos crudo en organizaciones en las que la mediocridad esté instalada en lo más alto. Pero ese reto es el que me anima a seguir manteniendo mi postura crítica e inconformista. Con la mente abierta a conocer y valorar otras ideas diferentes. Con ganas de seguir aprendiendo de cualquiera de mi alrededor. Y con la intención de mantener mi desprecio hacia tanto mediocre como hay, cuyo único objetivo en su vida es trepar y medrar a costa de los demás.

jueves, 8 de abril de 2010

AGILIDAD BANCARIA

Leo en la prensa digital de ayer: ”Matas paga en efectivo la fianza de tres millones para eludir la cárcel” • ELPAÍS.com. Esta cantidad procede de dos préstamos que ha tenido que solicitar el Sr. Matas para hacer frente a esa fianza, impuesta por el juez D. José Castro Aragón el pasado día 30 de marzo, es decir, hace siete días, de los cuales al menos cuatro, han sido inhábiles para los bancos y cajas nuestro país. Para todos aquellos que hemos trabajado en una entidad de crédito y sabemos de plazos de concesión de un préstamo y su tramitación, tanto en cuanto se refiere a Comités de Decisión, como a su formalización, nos sorprende tanta agilidad operativa. Creo que podría explicarse mejor con un ejemplo.
Pongamos por caso que yo, empleado y cliente con cuarenta años de antigüedad en una entidad, con toda mi vida económica fluyendo a través de mis cuentas en esa entidad (ingresos por nómina y/o pensión, gastos domésticos y de los otros, ahorros, créditos varios, hipotecas, tarjetas de crédito y debito, plan de pensiones, y sin un solo retraso en un pago y sin anotaciones en RAI, etc. etc. ), solicito el pasado día 30 de marzo un crédito de 12.000 euros, a pagar en tres años, al 10 % de interés, porque he decidido comprarme un modesto coche. Además, poseo una vivienda totalmente pagada y tengo unos ingresos anuales de 12.000 euros, es decir, la amortización de este crédito supondría solo el 29 % de esos ingresos.
Pues bien, veamos los pasos a seguir de esta “complicadísima” operación y el tiempo de su resolución y desembolso.
1.- 30.03.2010 (martes): Relleno solicitud de préstamo y la presento en la Oficina donde tengo mi cuenta, acompañando la oportuna documentación que justifique, desde mis ingresos, hasta el compromiso de compra del coche en cuestión (no olvidar fotocopia del D.N.I.). El Director de mi Sucursal me recoge la solicitud. Procesa todos mis datos y los incluye en un programa diseñado a tal efecto, pidiendo a la vez los riesgos que mantengo por otros créditos, no ya solo en esa entidad, sino en todo el sistema financiero español. Y como el programa está muy bien diseñado y cuenta con la suficiente agilidad operativa, aunque la documentación esté todavía en la Sucursal, ya puede tener conocimiento de mi solicitud de crédito el “Comité” que va a decidirla. Antes estas cosas tan meridianas, las decidía el Director de la Sucursal, que, aunque los grandes ejecutivos de nuestra entidades de crédito no se lo crean, era una persona muy profesional e inteligente. Hoy no hay ningún director de sucursal de ninguna entidad de crédito que yo conozca, que tenga facultades delegadas para conceder ni un euro de crédito
2.- 31.03.2010 (miércoles): Con mucha suerte, y dado que soy antiguo compañero de esa entidad y me aceleran el proceso, el “Comité” decide la aprobación del crédito. Bueno, quien realmente decide este crédito, es un programa informático que, después de valorar y puntuar una serie de variables predeterminadas dice que mi solicitud merece una puntuación de “XXX” puntos, por encima de la mínima exigida.
3.- 05.04.2010 (lunes): Aquí en Madrid el jueves santo es inhábil y el viernes, sábado y domingo también (si el crédito se solicita en alguna otra Comunidad Autónoma, cambiaríamos el jueves por el lunes como día inhábil). Como mi banco tiene un sistema informático de primer orden, en la Sucursal ya está editada la Póliza de Crédito que tengo que firmar ante el Notario que dará fe de ello.
4.- 06.04.2010 (martes): La Sucursal me ha comunicado que puedo firmar mañana miércoles (07.04.2010) la póliza en el Notario Sr. Tal, que es el que está al lado de la Sucursal.
5.- 07.04.2010 (miércoles): Firmo el Préstamo en la Notaría y me abonan en la cuenta su importe líquido (una vez deducidos los gastos). A la vez ordeno que hagan la transferencia al banco del concesionario del coche, porque hasta que no esté abonada la transferencia no me lo dan.
6.- 09.04.2010 (viernes): La transferencia ha llegado al concesionario y éste me dice que me darán el coche probablemente el martes o miércoles (pero esa es otra historia).
En resumen. Solicito un crédito de 12.000 euros el 30 de marzo y hasta el 7 de abril no lo tengo abonado en cuenta, y hasta el día 9 de abril no le llegará la transferencia al concesionario que me vende el coche. Claro está, he tenido la mala suerte de que la Semana Santa estaba por medio y me han cogido 4 días inhábiles. Y estamos hablando de 12.000 euros.
Pero hay bancos con una operativa crediticia mucho más ágil, capaces de resolver créditos de 1,5 millones de euros (¡una minucia!) en un plis plas. Y además tienen unos sistemas informáticos para enviar transferencias, tan usuales como estas de 1,5 millones de euros, realmente eficaces.
Supongo que el Sr. Matas (D. Jaume), después de conocer lo del importe de su fianza y ver que en ese momento no tenía “dinero suelto” para pagarla, inició las gestiones de sus créditos el día 30 de marzo en dos entidades diferentes. Supongo que para el Sr. Matas, también habrán sido inhábiles los mismos días que para mí. Supongo que el Sr. Matas debía estar calificado en estas dos entidades, el Banco de Valencia y la Caja de Arquitectos Sdad. Coop. de Crédito, como un cliente “Super VIP”. Desde luego no “del montón”, porque conseguir de las dos entidades en un plazo récord de 4 días hábiles, que le concedan sendos préstamos de 1,5 millones de euros, se formalicen ante los notarios correspondientes, se hagan las oportunas transferencias y éstas lleguen a tiempo para pagar esa fianza en metálico, a mi me parece de récord Guiness. Aunque esto de la agilidad operativa ha sido una constante durante el mandato del Sr. Matas en Baleares. El “Auto de medidas cautelares de naturaleza penal” del juez Castro, en su páginas 30 y 31, recoge cómo es concedido por el Instituto Balear de Turismo, con fecha 19.03.2007 (lunes), un patrocinio de 350.000 euros a la empresa Nimbus Publicidad S.L., que fue solicitado el 16.03.2007 (viernes). A mí tampoco me pasan estas cosas tan rápidas en mis relaciones con la Administración.
Pero volvamos a lo de la agilidad bancaria. Si yo fuera el juez Castro, exigiría (si es que puede) ver los contratos de préstamo debidamente protocolizados por el Sr. Notario y comprobar la fecha de formalización. También me gustaría comprobar todo el proceso administrativo previo a la concesión del crédito e incluso el del envío de las transferencias. Por si las moscas.
Si todo el proceso: solicitud de los créditos, concesión, formalización, abono en cuenta y posteriores transferencias, se ha producido en el tiempo que he calificado de récord, será cuestión de sopesar la posibilidad de cambiar mi operativa bancaria a estas dos entidades. ¡Qué eficacia!. ¡Qué eficiencia!. Pero también pensaría a la vez no ser nunca accionista del Banco de Valencia ni cooperativista de la Caja de Arquitectos. Sencillamente me asusta ser socio de unas entidades con tanta agilidad y tanta seguridad en la concesión de créditos de 1,5 millones de euros. Y eso que dicen que ahora los bancos han cerrado el grifo.