sábado, 5 de diciembre de 2009

El Paro, Afganistán y el Crucifijo.

El pasado jueves nos desayunábamos con la noticia de que en el mes de Noviembre el número de parados se había incrementado en 60.593 personas más, y que el crecimiento de desempleados en 2009, había sido de 879.677 personas. La cifra total de parados a finales de noviembre era de 3.868.946 millones de personas.


El miércoles nos decían los periódicos que el Sr. Obama anunciaba una “estrategia de salida” de Afganistán y para ello enviará 30.000 soldados más. España aportará solo 200 soldados más.

Y finalmente, el viernes nos enteramos que en el Congreso ERC y PSOE hacen una petición al Gobierno para que retire los Crucifijos de los Colegios. Zapatero dice que “no está en su agenda” este tema.

Son tres noticias que se han sucedido casi simultáneamente, muy dispares entre sí, pero que a mí me han hecho pensar. Me parecen tres tragedias que las tenemos delante de nuestros ojos y que de tanto verlas nos causan indiferencia. En mi opinión, esto es lo grave: la indiferencia. Por eso quisiera profundizar un poco sobre ellas y sobre el alcance que tienen las tres. O al menos a mí me lo parece.

“El deterioro laboral se frena con una menor alza del paro en noviembre”, encabeza su artículo L. Abellán en El País, pagina 18, el pasado jueves. El Ministro de Trabajo habla de “un cambio de tendencia; una inflexión importante”, se lee un poco mas adelante. ¿Por qué ese afán de suavizar este gravísimo problema?. Las cosas que hay que oír cuando alguien no tiene ni idea de qué hacer para resolver un asunto tan grave. De acuerdo que el problema no es del Ministro de Trabajo solamente. El problema es del Gobierno, de la Oposición, de los Empresarios, de los Sindicatos. Pero sobre todo, de esas 3.868.946 personas, plenamente identificadas, con su vivencia personal e intransferible y con la tragedia de no tener ocupación. No es una masa amorfa y anónima: ese es el error de nuestra indiferencia. Quizás tengamos algún parado en nuestra familia o entre nuestras amistades, lo cual nos permite conocer mínimamente la situación de todos y cada uno de ellos, de esos casi cuatro millones de desempleados.

El Presidente de los todopoderosos USA, pretende que al inicio del verano que viene haya 100.000 soldados americanos en eso que llaman “teatro de operaciones”, en Afganistán. Obama “quiere levantar la moral de los combatientes y frenar urgentemente el avance de los talibanes y de Al Qaeda”. A su vez presiona para que la OTAN envíe 10.000 soldados más que incrementen los 36.230 soldados que mantiene hoy en Afganistán. De esos 10.000 más, a España nos tocan “solo” 200.

En estos días estoy finalizando la lectura de “Mil soles espléndidos” de Khaled Hosseini, autor afgano, que anteriormente escribió “Cometas en el cielo”. Tanto en una como en otra novela, hace unas descripciones muy concretas de la realidad de la sociedad afgana y de los apoyos internacionales a una u otra causa bélica de este complicado y peculiar país. De este modo pude conocer que los USA, que ahora combaten a los talibanes, antes los armaron en su lucha contra los soviéticos. También se aprecia claramente en la lectura de estas novelas el nulo interés de los extranjeros, sean rusos, americanos o de donde sean, por la sociedad civil afgana; y esa es la tragedia que yo veo. La población civil simplemente sufre y muere en esta guerra que no le incumbe y que tras un barniz religioso, esconde un interés económico puro y duro. Desde luego, ninguno de los extranjeros que combaten en Afganistán va a mover un dedo para, por ejemplo, cambiar la penosa y ancestral situación de la mujer afgana. Espero que mi amigo Luis Fernando (http://luferura.blogspot.com/) algo nos cuente al respecto cuando regrese a casa.

Lo de los símbolos religiosos en los edificios públicos me parece un debate estéril e inútil. Simplemente se haga cumplir la ley y en paz. Con la agenda de Zapatero o sin ella. Si somos un Estado laico (que creo que lo somos), sobran los crucifijos de los lugares públicos. Cada uno es muy libre de ser cristiano, católico, musulmán o ateo. Pero también cada uno tenemos el derecho constitucional de exigir el cumplimiento de esa condición laica que nos otorga la Constitución. Por favor, dejemos ya de una vez por todas, de enarbolar el crucifijo como arma arrojadiza y sacarla a la palestra cuando mas nos convenga. ¿Nos parecen pocas las víctimas causadas a través de nuestra historia por motivos religiosos?. Recuerdo lo que el loco D. Quijote, en un momento de cordura, le decía a su compañero: “con la Iglesia hemos topado Sancho”. Qué gran verdad. Yo le pediría por favor a la Iglesia, que deje en paz al personal y que cada uno piense como quiera y crea en el Dios que más le apetezca, o en ninguno; que nos deje creer, o no, en el más allá; o simplemente en el más acá. Con su rebaño, pero solo con el suyo, que pastoree cuanto quiera y a poder ser siempre en sus rediles. Al resto déjenos en paz, y gracias por los servicios prestados, si alguna vez los hubo.


6 comentarios:

LUFERURA dijo...

Pues, querido Armando, me atrevo a decirte que estar aquí es como estar en otro planeta. Creo que intentar explicar esto sería mucho más largo. Pero la solución no pasa por una idea a lo occidental.

Y, como decían en el 1 2 3, hasta aquí puedo leer.

Un abrazo

LUFERURA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
armando alonso dijo...

Amigo Luis Fernando, espero que todo vaya bien. Después de leer los dos libros que cito en el artículo, me imagino el mundo tan diferente que es ese país. Entiendo perfectamente lo del 1 2 3.
Recibe un fuerte abrazo.

emilio dijo...

Pues "pásame" el libro, Armando, que me parece que debe ser muy interesante.
Yo más que a la indiferencia, lo atribuyo a la "distracción". Estamos tan distraídos todos en esta sociedad del espectáculo, que esos temas no interesan. Los dejamos para los políticos...hasta que uno de esos asuntos nos jode vivos.
PD. Estoy intentando contestar a tu comentario en mi blog, pero hoy deben estar haciendo cambios internos, porque ni puedo publicar el comentario, ni puedo entrar en mi editor. Un abrazo: emilio

Domingo dijo...

De los tres temas que comentas, tan sólo uno preocupa de veras al español medio, sobre todo si le toca de lleno. Es el tema del desempleo. Afganistán se antoja muy lejos. Si se nos antoja lejos Bruselas, la Unión Europea, cuánto no se nos antojará Herat. Imagínate. Y el asunto de los crucifijos da para alguna que otra discusión de taberna y poco más. Este Gobierno parece haberse especializado en dividir a los españoles y levantar trincheras con asuntos que, con la que está cayendo, no son prioritarios. Te aseguro, amigo Armando, que aquellos que están a fin de mes el día diez Afganistán y los crucifijos les importa, como es lógico y natural, una higa.

Fernando Solera dijo...

Muy interesante tu reflexión, pues la verdad es que son tres noticias que dan mucho que pensar. De todas formas quisiera matizar que aunque la cifra oficial de parados es la que tú comentas, en realidad hay más de cinco millones de personas que quieren trabajar pero no pueden hacerlo. Más de cinco millones de desempleados queriendo trabajar. Se va a acabar liando muy gorda, ya lo veréis.