domingo, 31 de enero de 2010

LA FRUSTRACION DE ESPERANZA

Está estos días Esperanza Aguirre muy alterada, aunque esto ya va siendo habitual en esta mujer, toda ella carácter. Tengo la sensación de que el asunto Caja de Madrid le ha sentado como un tiro. Al día siguiente de que Rodrigo Rato accediera a la presidencia de esta caja de ahorros, ya está Esperanza trajinando con su mamporrero Ignacio González (el frustrado presidente de la Caja), sobre qué y cómo puede enredar en esta Institución. Es lo que mas le mola: enredar y “joder la marrana”. Un micrófono abierto nos ha dado oportunidad de comprobar que Dª Esperanza, tan pija ella, en privado también se “explaya”.

Este ciudadano de a pie, uno más de la Comunidad de Madrid, y casualmente cliente de Caja de Madrid, le quiere sugerir a Vd., con todo el respeto y consideración que Vd. no tiene, ni con los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, ni con los clientes de Caja de Madrid, que además de practicar francés, idioma que habla Vd. perfectamente y de lo cual me congratulo, practique Vd. solo un poquito de esos principios, que en su momento estableció la Revolución Francesa y que originaron las democracias modernas: “Liberté, égalité et fraternité”.

Libertad. Para que todos podamos expresar libremente nuestros pensamientos como Vd. lo hace. Sin que luego nos venga Vd. con exigencias de respeto hacia su persona y hacia sus actuaciones públicas y exigiendo sanciones a sus críticos. Dudo que Vd. vaya a admitir ni siquiera un reproche por sus últimas manifestaciones, sea quien sea ese hijo de puta, al que Vd. alude en su conversación con el Sr. González.

Igualdad. Dª Esperanza, Vd. es igual de ciudadana que yo y que el último ciudadano de la Comunidad de Madrid. Solamente es un poco diferente en función de ser un cargo electo por el resto de sus conciudadanos, es decir, por el resto de sus iguales. Pero nada más. De esto, al uso y abuso que hace constantemente de su situación en el poder y la prepotencia que se gasta, hay un abismo. Ni la Comunidad de Madrid es su cortijo, ni Vd. es una ungida por ningún poder divino para estar ahí. Vd. está donde está, por la decisión de la ciudadanía y por algún que otro apaño post electoral. Y su obligación y su deber (¡vaya palabreja para que un político la entienda!), es gobernar para todos sus iguales. No para el grupo de amiguetes que le jalean, le apoyan y chupan con Vd. del mismo bote.

Fraternidad. Este término ya le supera. Usted se esconde en un disfraz de casticismo barato, en una pose populista, apoyada en un equipo de lo que Vd. denomina gente sencilla, como pueden ser su colaborador el Sr. Granados, o el mismo González. Pero pobre del hermano, no ya de ciudadanía que lo somos todos, sino incluso de partido, que se le atraviesa en su camino hacia las alturas. Por emplear el lenguaje que Vd. emplea en sus conversaciones privadas, “date por jodido, que voy a por ti hermano”.

Me traen sin cuidado sus batallas partidistas, sus enfrentamientos con Gallardón, con Rajoy o con el lucero del alba. Pero sí que me afectan personalmente, y mucho, que esos enfrentamientos deterioren mi calidad de vida como ciudadano y como cliente de Caja de Madrid.

Como ciudadano tengo la oportunidad de que cuando toque, le votaré o no. Pero como cliente de Caja de Madrid, estoy corriendo diariamente el riesgo de que con sus enredos, tejemanejes y afanes de dominar esta Institución y de colocar en ella a personajes sin la mínima preparación para estar en una entidad de crédito ni de botones, perjudique Vd. la credibilidad de Caja de Madrid y ponga en riesgos innecesarios a sus clientes. Esta vez, nos hemos librado de su nefasta influencia, aunque haya sido por los pelos. Como cliente de toda la vida de esa caja de ahorros, espero que D. Rodrigo sea capaz de enderezar en un buen Rato lo que el anterior ha estropeado torpemente en los últimos años.

Mi querida Dª Esperanza, si en vez de ser una prepotente de tomo y lomo, se hubiera Vd. asesorado de alguien con dos dedos de frente (no de los infumables que tiene Vd. a su vera), hubiera pedido la dimisión de Miguel Blesa de Caja de Madrid, por simples motivos profesionales. Sin necesidad de cambiar la Ley por dos veces en menos de un año, al estilo Chávez.

Mire Vd. Dª Esperanza, mientras Blesa estaba multiplicando el negocio por seis, presumiendo de ello y sacando pecho, la morosidad de ese negocio también lo hacía. ¿O es que Vd. no oyó hablar de Martinsa-Fadesa y de otras cuantas más?. Pues una vez acabados los años de operaciones especulativas (llámese Telefónica o Endesa, o cualquier otra) y metido de lleno otra vez en el ladrillo, olvidando la anterior crisis de 1992/96, Blesa tiene el dudoso honor de incluir en su curriculum directivo, haberse tragado la mayor suspensión de pagos de la historia de nuestra economía. Pero no, Vd. tenía que enredar y montar un pollo de los de no te menees, de forma que los clientes y los empleados de Caja de Madrid, hayan pasado por unos momentos muy jodidos, viendo como se cocinaba en las camarillas políticas el nombramiento de presidente de esta Caja. Mas que una negociación para buscar al mas idóneo para el puesto, lo que hemos presenciado ha sido una subasta de intereses personales, en la que lo de menos era el interés de los clientes de Caja Madrid.

La percepción que hemos tenido los ciudadanos de Madrid y los clientes de la Caja, es que no le importábamos a Vd. ni un colín. Para Vd. lo único importante era manejar el cotarro. Ya se sabe, los juguetes preferidos de los políticos son la Tele y la “pasta”. Vd. ya tiene Telemadrid bien sujeta en sus manos y la Caja de Madrid, qué pena, se le ha escapado. ¡Qué bien!

Tómese una tila, relájese, y por favor, en el tiempo que le queda al frente de esta Comunidad Autónoma, olvídese de Caja de Madrid y permítanos a sus clientes soportar la crisis sin mayores inconvenientes añadidos. Si es caso le haría una sugerencia: ¿Por qué Vd., que es tan decidida, no propone a sus colegas del resto de Comunidades Autónomas que, en un rasgo de honradez, deroguen las múltiples leyes de cajas de ahorros y dejen que estas Entidades sean reguladas única y exclusivamente por el Banco de España?.

5 comentarios:

Fernando Solera dijo...

Bravo, bravo y bravo. Se nota que sabes de lo que estás hablando, Armando. Efectivamente, lo de la señora Aguirre no tiene nombre, o mejor dicho, sí que lo tiene, pero prefiero callármelo, que tú ya has dicho bastante.

Por cierto, recomiendo a todos tus lectores que no tengan demasiados dineros en las cajitas. Más que nada por lo que pudiera pasar...

Domingo dijo...

Se dice, se cuenta, se rumorea que, según encuestas internas del propio PP, Aguirre perdería la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de 2011. Tensión, intriga, dolor de barriga. Es obvio que su gestión al frente de la Comunidad de Madrid tiene sus "goteras", pero ¡joder!, es que la alternativa es Tomás Gómez, el que usa dependencias municipales de Parla a título personal cuando se supone que ya no tiene derecho a usarlas por haber dejado la alcaldía de dicha localidad. Guatemala y Guatepeor.

emilio dijo...

Lo de espe no tiene nombre:
1. No sé cómo ha podido llegar a la presidencia de Madrid.
2. No sé cómo se mantiene después , como tú dices, de meterse en todos los "charcos" que puede...y más.
3. Mucho me temo que salga reelegida a pesar de los pesares.
4. Y lo que ya sería el colmo es que llegara a desbancar a Rajoy...
Bueno, Armando, un abrazo y ¡paciencia!

Javier Revuelta dijo...

Fantásticamente resumido el meollo de la cuestión de lo que ha ocurrido con Caja Madrid en el último año y medio...Cuáles eran los verdaderos problemas y qué fatalmente se metieron "algunas" a "resolverlo" (de cara a la galería, claro). Y no pasa nada por reconocerlo tal cual, que no hay que dejar de ser del PP o del PSOE por reconocer la incompetencia (y malicia) de alguno de sus "cuadros"...Qué país, si es que simpatizar con un partido es ser como de un equipo de fútbol...hasta la muerte...En fin,

Anónimo dijo...

Como bien dices, dudo que Esperanza Aguirre y los de su calaña entiendan y apliquen esos valores (Libertad, Igualdad y Fraternidad). Se les ve la doble moral: la una llamando hijo p*** a un compañero y el otro diciendo que el desfile militar le parecía un coñazo...puro cinismo. Están ansiosos por llegar al poder y controlarlo todo.

De los que hay se salvaría Gallardón. Por lo menos transmite más confianza y más honestidad. Qué pena que lo tengan marginado. Él si que sería un buen presidente.