martes, 31 de julio de 2012

CURIOSIDADES DEL LENGUAJE COMUN

Cuando era estudiante de Bachillerato (in illo tempore), me producía mucha curiosidad eso de los prefijos y los sufijos. Ya solamente los nombrecitos me llamaban la atención. Luego pude comprobar y conocer lo útiles que son.
Hace unos días, la amiga de una hija mía celebraba su cuarenta aniversario y empezaron a tomarle el pelo llamándole “cuarentona”, mientras que sus amigas solo tenían treinta y nueve años y, en consecuencia, eran  “treintañeras”.
Entonces caí en la cuenta de que el sufijo “ero”, lo utilizamos para hablar de personas jóvenes. Comenzamos refiriéndonos a los más jóvenes como quinceañeros, luego son veinteañeros e incluso treintañeros. Pero de repente, dejas de ser “ero”, es decir joven, (con treinta y nueve años) y pasas a ser usuario del sufijo “ton”. Tu próximo cumpleaños te convierte en un cuarentón. Ya eres mayor. El lenguaje popular ya te ha encasillado en el grupo de los “tones”: cincuentones, setentones, etc.. ¡Qué vida esta!. Eso, sin contar que más adelante emplearemos otro sufijo más contundente: el sufijo “genario”. Éste lo utilizaremos para cuando seamos más mayores: sexagenario, octogenario, etc., es decir, para cuando nos llamen viejos.
A mí me parece que eso del lenguaje está muy bien, pero luego la realidad es otra. Conozco a veinteañeros que serían “veintegenarios” y a setentones que serían “setentañeros”.
La juventud y la vejez, son temas de calendario;  pero sobre todo de mentalidad.

9 comentarios:

Domingo dijo...

El lenguaje tiene miga, las palabras no son inocentes, vienen cargadas de una profunda intencionalidad. Ocurre, sin embargo, que las hemos perdido el respeto y apenas significan nada ya, de tanto como hablamos y escribimos, de tanto "ruido" como generamos.

Fernando Solera dijo...

Y tanto que es una cuestión de mentalidad, Armando. El lenguaje a veces es bastante delator. A mí lo que me sorprende últimamente es cómo ha calado el lenguaje progre de "compañeros y compañeras", "diputados y diputadas", "hermanos y hermanas". Qué país...

emilio dijo...

Así es, Armando. Hay veintenarios y setentañeros. La "culpa" de esto que señalas la tiene ese afán de clasificar y encasillar al personal que no sabemos muy bien dónde hemos aprendido. En la escuela desde luego, no :)
Un abrazo: emilio

emilio dijo...

Ay, Armando! No seas flojo (te lo digo de corazón) y publica algo de vez en cuando. La crisis financiera no acaba y necesitamos tu punto de vista. Un abrazo: emilio

Armando dijo...

Emilio, gracias por tu ánimo. Últimamente he estado bastante liado e incluso tres semanas fuera (de "vacaciones").
Prometo corregirme y hacerte caso.
Un fuerte abrazo

Emilio Fuentes Romero dijo...

Un día nos vamos a hacer una apuesta y el que esté menos liado se paga unas cervezas :)

armando alonso dijo...

Sin apuestas ni nada, seguro que yo estoy menos liado. En consecuencia pago yo. Pero tenemos que tomarlas juntos; sería un placer.
Un abrazo.

Carlos Remo dijo...

Muy divertido, te animo a que investigues el sugerente mundo de las palabras y a que leas "La tienda de las palabras" de Jesús Marchamalo.

armando alonso dijo...

Buenas noches Carlos.
Gracias por tu visita y tu comentario.
Te voy a hacer caso y voy a investigar "La tienda de las palabras"; no conozco el libro.
Un saludo.