martes, 1 de julio de 2008

JUICIO SUSPENDIDO

Hace unos veinte años, tuve que asistir a dos juicios, en calidad de testigo, como consecuencia de haber sido víctima de un atraco a mano armada, mientras desarrollaba mi trabajo como Director de Sucursal de una Entidad de Crédito. Recuerdo la serie de advertencias contenidas en la citación, sobre la obligatoriedad de acudir puntualmente a cada juicio, en el día y la hora señalados. Vamos, que la citación acojonaba. Al menos a quienes no nos movemos de ordinario por esos lares. El primer juicio se desarrolló mas o menos a la hora prevista, pero el segundo tuvo que posponerse para otra fecha, porque no habían llegado a tiempo “los malos”.
Me viene a la memoria esta experiencia, nada agradable por cierto, al leer hoy la noticia de la suspensión del juicio contra “El Solitario”, porque a su abogado, el inefable D. Marcos García Montes, no le ha dado la real gana de acudir a la Audiencia Provincial de Navarra. Y aquí no pasa nada. Bueno sí, el Tribunal, traslada el hecho a Juzgado de Guardia, para que “abra un expediente”, y se reserva el derecho de imponer una multa al interfecto.
Mientras se sigan consintiendo actitudes de desprecio hacia la Justicia, como la incomparecencia del abogado defensor del “presunto asesino de dos personas”, para el que el ministerio fiscal solicita nada más que 52 años y seis meses de cárcel, la Justicia en este país nuestro, seguirá siendo un cachondeo. Diga el Sr. Ministro lo que quiera y ponga en marcha la reforma que mejor le cuadre.
A mí no me parece tan complicado exigir a los intervinientes en un juicio, cuya fecha y hora se habrá señalado con suficiente antelación, la asistencia al mismo. Y, desde luego, no me entra en la cabeza que un abogado defensor, por mucho bigote engominado que lleve, tenga el morro de calificar de “razones preferentes” a la asistencia al juicio, sus obligaciones con unos respetables clientes suyos.
Reconozco mi ignorancia de la tramoya judicial, pero, a simple vista, siempre he creído que el acto de un juicio es algo de una importancia y de una seriedad que tiene un rango superior a otras “razones preferentes”.
Hoy finalizaba el plazo para la presentación de la Declaración de la Renta. La fecha estaba señalada de antemano y todos los actores/contribuyentes, hemos debido de “retratarnos” dentro del plazo previsto. Y yo me pregunto, si alguien argumenta a Hacienda, que no ha podido presentar a tiempo su Declaración, porque tenía que atender a un cliente muy importante por el que tiene “razones preferentes”, ¿se va a ir “de rositas”?.
Bueno, me estoy refiriendo al común de los contribuyentes. Desde luego la argumentación no vale para esa “selecta minoría” de “trapecistas fiscales” de los cuales oímos hablar, a veces, en los medios de comunicación.
Es muy, pero que muy urgente, que alguien se responsabilice de estos escándalos/chanchullos y ponga coto a este tipo de comportamientos. Seguro que es fácil. Ni siquiera hace falta tener un par de narices para resolver la cuestión. Pero probablemente si haga falta una buena dosis de honradez profesional y de honestidad para con los ciudadanos. Sin duda alguna, lo merecemos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado amigo, hace unos cuantos años ya, un jurídico en una charla nos dijo que sabiendo leyes y con el procedimiento administrativo se puede conseguir lo que uno quiera, ya sea porque procede aplicar una ley o porque la misma ley sea arbitraria.

Hay una novela de Kafka, "El proceso" que viene a demostrar eso mismo, que siempre se está incumpliendo una ley

Un abrazo

Anónimo dijo...

Marcos García Montes, abogado mediático de causas imposibles, va de divo y es así que se permite estos "mamoneos". Estoy de jueces y letrados estrella hasta los mismísimos.

julio navarro dijo...

Coincidiendo absolutamente con lo que dices, me permito una anotación.

He leído (no sé si será cierto o un bulo) que el mencionado abogado tenía otro juicio el mismo día en Canarias.

De ser así la culpa se trasladaría hacia el ineficiente funcionamiento de la justicia que venimos denunciando y que es urgente corregir.

Un abrazo

Elefante Blanco dijo...

Los ciudadanos merecemos esos comportamientos de los que hablas y mucho más, merecemos algo tan sencillo como la normalidad del funcionamiento de las instituciones, pero... En este pero resumo la desidia y el desprecio con los que solemos encontrarnos.

Gracias y un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo no creo en la justicia española, lo siento mucho. Casos como el de los Albertos me invitan a pensar que aquí sólo pagan los pobres. Por algo será que es de las instituciones peor valoradas por los ciudadanos de nuestro país.

Anónimo dijo...

Por cierto, y respecto al comentario que has dejado en mi blog, sólo quería agradecértelo y comentarte que lo de los huevos y las gallinas tampoco hay que tomárselo al pie de la letra. Si quieres ahondar un poco más en lo que se expone en el vídeo que colgué, te dejo aquí el enlace de otro, mucho más largo, eso sí, donde te explican con más lujo de detalles el tema de los bancos.

http://fernandosolera.es/?p=247


Un fuerte abrazo, Armando.